domingo, 12 de noviembre de 2006

24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER, de Stefan Zweig

Influencias: Henry James, Néstor Luján, Poe, Oscar Wilde y Wilkie Collins.

Lo mejor: la introspección psicológica que hace el autor para diseccionar los sentimientos femeninos de Mrs. C.
Cómo escribe el cabrón de Zweig: aquí (al contrario de El prestigio) no interesa tanto el qué sino el cómo (lo cuenta), no el fondo sino la forma, es decir, y dicho en términos de Horacio, no el res (asunto) sino las verba (las palabras; embellecer el lenguaje).
Cuidado W., no caigas en el error de imitar a Zweig y hacerlo demasiado bonito en las 2 últimas líneas de Con las manos en la masa.

Aclaraciones: Zweig, como tú dices en tu mail, retrata actitudes desviadas pero eso no lo convierte en un moralista. Por otra parte no debes confundir al autor con el narrador. Aquí hay 2 narradores: el joven que pasa unos días en un hotel de La Riviera, que es un narrador intraheterodiegético (personaje de dentro de la novela que nos cuenta la historia de otro) y Mrs. C, narrador intrahomodiegético (personaje de dentro que cuenta su propia historia al joven).

La frase clave: ¿Estaríamos dispuesto a dejarlo todo por una persona?

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