sábado, 18 de noviembre de 2006

TODOS LOS FUEGOS EL FUEGO, de Julio Cortázar

Broche de oro para cerrar el primer volumen de sus Cuentos Completos. Destacan:

La autopista del sur: una caravana en la autopista provoca que la gente conviva allí durante varios días, produciéndose situaciones anómalas: la vida y la muerte (futuro nacimiento de un bebé, fallecimiento de una anciana), el amor, el mercado negro, la desconfianza del mundo exterior… ya te lo contaré con más detalles. De órdago.

La salud de los enfermos: una familia esconde a su madre la muerte de su hijo para no afectarla, mediante artimañas que se van complicando.

Reunión: Escuadra hacia la muerte + La delgada línea roja (con ecos de la teoría musical del universo: Pitágoras y Fray Luis de León).

La señorita Cora: historia de un amor en la edad del pavo con una enfermera. El cuento está explicado desde el punto de vista de todos los personajes: el chico, su madre, la enfermera, su novio… Majestuoso.

Instrucciones para John Howell: alucinante. Una mezcla de Hichtcok y The game. Historia de un hombre que asiste como espectador de una obra de teatro a convertirse en actor de la misma con las consecuencias que se derivan de ello (Merino tiene en Días imaginarios un cuento parecido). Quédate con 2 frases: “No dejes que me maten” y “Quédate conmigo hasta el final” (entraré en detalles cuándo y dónde quieras).

Todos los fuegos el fuego: 2 historias en 1. La primera está ambientada en la Roma de los césares, donde asistimos a una lucha de gladiadores en el circo (la mujer del procónsul está enamorada de uno de ellos); en la segunda asistimos a la ruptura de un hombre con su amante para decidirse por otra (lo que me extraña es que, mientras el hombre habla por teléfono para romper con ella, de fondo se oye cómo un hombre le dicta a otro cifras, sin más… ¿qué sentido le ves?). Lo mejor es que ambas historias están intercaladas, no ya en el mismo párrafo sino en la misma frase, un procedimiento que Cortázar ya había abordado (y bordado) en La noche boca arriba, donde un indígena imagina ser un motorista. Al final, el fuego lo devora todo, en el circo (caos de la gente, empujones, histeria) y en la casa de los amantes. ¡Uf, qué gozada!

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